El trastorno límite de la personalidad se estableció por primera vez con este nombre en 1980, junto con la publicación del DSM-III. Sin embargo, desde los años 20 se ha discutido la existencia de un desorden de personalidad que dificulta el control de los impulsos y las emociones.
Así, desde su aparición en el manual de diagnóstico, numerosos profesionales con una maestría en psicología clínica y de la salud han realizado diversos estudios e investigaciones para determinar sus causas y los posibles tratamientos.
¿Qué es el trastorno límite de la personalidad?
Como su nombre indica, este es un trastorno de personalidad que afecta de manera severa a la regulación de las emociones. Este conlleva a un aumento en la impulsividad, una percepción distorsionada de uno mismo y los demás y dificultad para establecer las relaciones interpersonales.
Un individuo con este desorden frecuentemente experimenta sus emociones de manera intensa y se le dificulta estabilizarse luego de eventos disparadores.
Sus primeros síntomas suelen presentarse en la adolescencia tardía y en los adultos jóvenes. Asimismo, usualmente se da de la mano de otros trastornos como la depresión, el trastorno de estrés postraumático, desordenes de ansiedad o adicciones.
Causas del trastorno límite de la personalidad
A pesar de los estudios, y al igual que con muchas aflicciones en la salud mental, sus causas exactas son desconocidas. Sin embargo, se han identificado múltiples factores relacionados a su diagnóstico.
- En primer lugar, hay un factor genético. De este modo, si la familia del individuo tiene historial de trastornos mentales, especialmente aquellos con desordenes de la personalidad, estos son más propensos a desarrollar la enfermedad.
- En segundo lugar, se han reconocido cambios estructurales en el cerebro de los afectados, específicamente en las áreas de controlan los impulsos y las emociones. Aun así, los expertos desconocen si estas modificaciones son factores de riesgo o si son ocasionados por el desorden.
- Por último, el contexto social es uno de los más importantes. La mayoría de los individuos con trastorno límite de la personalidad han tenido experiencias traumáticas, ya sea abuso, abandono o problemas en su niñez. De la misma manera, las relaciones inestables son un indicador de riesgo.
Síntomas del trastorno límite de la personalidad
Como ya se mencionó, las personas con el desorden experimentan cambios abruptos e intensos de ánimo. Por otro lado, los síntomas dependen en gran parte del individuo, algunos de los más comunes incluyen:
- Comportamiento impulsivo y peligroso, por ejemplo, periodos de gastos excesivos, sexo casual y no seguro, abuso de sustancias, comportamientos inapropiados al conducir y atracones de comida.
- Miedo al abandono, real o percibido, por lo cual suelen terminar e iniciar relaciones de manera rápida y estas acostumbran a ser intensas e inestables.
- Comportamiento de autolesión y pensamientos suicidas.
- Sentimientos disociativos, que se pueden producir de diferentes maneras. Específicamente, se suele sentir que el cuerpo es ajeno o que se observa a alguien más realizar las acciones propias.
- Una imagen alterada de sí mismo, ya sea baja autoestima o conductas narcisistas.
Si se presentan uno o más síntomas de los listados aquí, se recomienda consultar con un profesional, teniendo en cuenta el comportamiento reciente, cómo han afectado estos a la calidad de vida del individuo y los sentimientos actuales.
Diagnóstico del trastorno límite de la personalidad
Para diagnosticar cualquier aflicción mental, es necesario consultar con un profesional de la salud especializado, ya sea un psicólogo o un psiquiatra. Se debe realizar una evaluación para descartar cualquier problema físico que pueda estar ocasionando los síntomas psicológicos. Del mismo modo, el profesional llevara a cabo una entrevista para entender al individuo y su situación.
Por otro lado, también se revisa el historial médico tanto del paciente como de su familia para determinar la existencia de enfermedades mentales. El diagnóstico se suele dar en la juventud. Sin embargo, una persona menor de 18 años también puede ser diagnosticada.
Tratamientos para el trastorno límite de la personalidad
A lo largo de los años, se ha comprobado la efectividad de la psicoterapia para el tratamiento de este desorden. La atención psicológica continua ha demostrado la reducción de síntomas y la mejora de la calidad de vida.
Una de las más comunes es la terapia cognitivo conductual, que permite modificar los comportamientos impulsivos y dañinos típicos de la enfermedad.
Por otro lado, algunos individuos recurren a la medicación. Esta debe ser recetada por un psiquiatra y se utiliza generalmente para tratar síntomas específicos o comorbilidades como la depresión. Sin embargo, se recomienda asistir a terapia junto con la medicación.
Con el tiempo, los pacientes con el trastorno muestran una mejora de sus síntomas, especialmente a medida que envejecen.
De la misma manera, se aconseja a los familiares y amigos de los pacientes con la enfermedad informarse de la misma para ayudar a la recuperación y ofrecer apoyo durante el tratamiento.
Finalmente, es importante buscar ayuda profesional en el momento en que se reconozcan los síntomas y estos interrumpan el desarrollo normal de la vida diaria. Los psicólogos ofrecen tratamientos adecuados y cada vez más precisos gracias a los estudios actuales.