A pesar de los avances de la ciencia, todavía existen muchas enfermedades de las cuales se conoce muy poco, incluso algunas aún permanecen en el espectro de incurables.
Dentro de ese grupo, se encuentra la fibromialgia: una enfermedad silenciosa que afecta a más del 2% de la población mundial, en su mayoría mujeres, y aquí en Psicología.com.ar te explicaremos todo lo que necesitas saber de ella.
¿Qué es la fibromialgia?
La fibromialgia está clasificada como una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS). De esta enfermedad no se conoce su etiología (es decir, su causa), pero se trata de una enfermedad crónica y, aunque no discrimina entre edad ni sexo, tiende a aparecer mayormente en las mujeres, siendo mas prevalente en las edades medias de la vida. Según la Sociedad Española de Reumatología la incidencia mas elevada es entre los 40 y los 50 años.
Debido a lo poco común de la enfermedad, esta suele confundirse con muchas otras afecciones antes de llegar a su diagnóstico final.
Y en la mayoría de los casos, es debido a su factor crónico y manifestación localizada lo que ayuda a los médicos a concluir que se trata de fibromialgia, generalmente, luego de haber pasado por un largo y doloroso proceso de descarte.
Síntomas de la fibromialgia
Aunque son muchos los síntomas que acompañan a la fibromialgia, el principal de todos, y que ayuda a dar con el diagnóstico de la enfermedad, es el hecho de que el paciente sufre de un gran dolor crónico, que puede afectar a muchas partes del cuerpo.
Producto de este dolor tan intenso, la calidad de vida de los pacientes que padecen de fibromialgia se ve en gran medida afectada, ya que esta sintomatología puede llegar a interferir en varios (o todos) los ámbitos de la vida de la persona, como puede ser el ámbito laboral, relacional, generando depresión y ansiedad, etc.
Es más, según la Sociedad Española de Reumatología "La fibromialgia es la causa mas frecuente de dolor musculoesquelético crónico difuso y uno de los motivos que mas bajas laborales produce".
A partir de lo expuesto se evidencia que esta enfermedad tan dolorosa para quien la padece, produce que se vea afectada su calidad de vida, ya que presentan dificultades para el desarrollo de las actividades de su vida cotidiana. Por eso es muy importante el diagnostico, para poder ayudar al paciente a reducir esta sintomatología que afecta en gran medida la vida de la persona en cuestión.
Hasta el día de hoy, estos son los síntomas mas habituales y que están asociados con la fibromialgia:
Cuadro clínico típico de la fibromialgia
Por lo general, una persona acude al médico con dolor en todo el cuello y la cabeza que no le deja dormir, y seguramente luego de intentar automedicarse con píldoras para el dolor de cabeza, pero sin éxito.
Desde este punto, es prácticamente imposible para cualquier especialista dar con el diagnóstico de la fibromialgia. Sin embargo, al cabo de un tiempo la persona vuelve a acudir, el dolor no ha cesado o, ahora tiene una nueva dolencia en otra zona del cuerpo. A esto se suma que su pareja, muchas veces, no posee la responsabilidad afectiva y emocional necesaria para acompañarla.
En este punto, el dolor generalizado desgastan tanto física como mentalmente a la persona. La fatiga y las crisis de ansiedad se hacen cada vez más recurrente.
Si no se hace un diagnostico temprano, es muy probable que los síntomas así como la intensificación del dolor, sea cada vez mayor. Es por esto que un diagnostico temprano, junto con el tratamiento adecuado para cada paciente, es fundamental para reducir esta sintomatología tan dolorosa para quien la padece.
Causantes de la fibromialgia
Aunque no hay establecida una causa específica definida para la fibromialgia, se sabe que la enfermedad sólo aparece cuando se alteran neurotransmisores específicos del sistema nervioso. Esta alteración ocurre mayormente durante un evento de mucho estrés constante y que puede o no involucrar contacto físico.
Por ejemplo, una persona que constantemente está expuesta a un evento “X” en donde se siente estresada y amenazada, puede llegar a desarrollar fibromialgia.
Sufrir lesiones de forma frecuente o tener algún familiar directo con fibromialgia con quien se compartan genes directos también aumenta las probabilidades de que aparezca este tipo de afecciones.
No obstante, todavía se desconoce mucho de las causas de la enfermedad. Por lo que las antes enumeradas no deben tomarse como 100% definitivas.
Factores que la desencadenan
Una vez que la persona comienza a sufrir la enfermedad, los desencadenantes pueden ser muchos y también pocos. Cualquier evento que someta a un nivel de estrés similar al que en un principio causó la aparición de la enfermedad, probablemente provocará un episodio de fibromialgia.
Ciertos ejercicios o actividades que desgasten tanto física como mentalmente a la persona, también pueden desencadenar la fibromialgia, pues estos eventos resultan un recordatorio de la enfermedad.
Dolores de muelas, estrés laboral y eventos traumáticos también son factores que la desencadenan. Pero no se puede medir con exactitud cuándo sí o cuándo no ocurrirá, todo depende de la percepción del paciente en este caso.
Si algún evento resulta estresante para muchas personas pero el que padece fibromialgia no lo percibe como algo preocupante o de gran impacto, entonces la enfermedad no se manifestará.
Diagnóstico y Diagnóstico diferencial
Es gracias a los diagnósticos diferenciales y a la observación, que los médicos son capaces de dar con el diagnóstico final de fibromialgia.
La fibromialgia, aunque puede ser causada por pocas enfermedades, por herencia o por otra cuestión, realmente no tiene una base definida que permita realizar su diagnóstico sin antes haber pasado por un largo proceso de observación y descarte.
Al día de hoy, la única forma de diagnosticar la fibromialgia es a través del seguimiento de la persona y de la conversación con el paciente.
La descripción de los síntomas y el listado de dónde se presenta el dolor o qué causó el repentino cuadro clínico, todo lleva a dar por sentado un caso de fibromialgia luego de 3 a 6 meses.
¿Cómo tratar la fibromialgia?
La principal tarea de los médicos para tratar la fibromialgia es combatir los síntomas que van deteriorando al paciente y por ende causando que un episodio empeore.
En general, la lista de tratamientos no es excluyente a nuevas posibilidades, ya que aún no se ha dado con la cura total. Terapias conversacionales, un cambio en el estilo de vida y otras acciones complementarias van de la mano de los fármacos para reducir lo máximo posible la sintomatología propia de esta enfermedad.
Ya que es larga la lista, hablemos de forma individual de cada uno, pues algunos tipos de tratamientos suelen ser más efectivos dependiendo del paciente.
Factores como la edad y el posible detonante de la enfermedad sirven siempre de guía para determinar cómo debe tratarse la fibromialgia de una persona.
Según la Sociedad Española de Reumatología, para tratar y combatir los síntomas de la fibromialgia hay 3 aspectos fundamentales a tener en cuenta: el tratamiento farmacológico, el tratamiento psicológico y el ejercicio físico. Aunque debes tener en cuenta que como no existe un tratamiento que cure esta enfermedad, estos tratamientos apuntan a aliviar los síntomas del paciente, para que la persona en cuestión pueda tener la mejor calidad de vida posible.
1. Tratamientos Farmacológicos para la fibromialgia
Ninguno de los tratamientos con fármacos que mencionamos aquí deben realizarse de forma autónoma. Únicamente un médico capacitado debería recetar estos medicamentos, en especial si se trata de un caso de fibromialgia que recientemente se ha diagnosticado.
Antidepresivos tricíclicos
Este tipo de antidepresivos se utilizan con el fin no solo de mejorar el estado de ánimo, sino porque entre sus efectos secundarios también está el hecho de que ayudan a conciliar un mejor sueño.
Entre los antidepresivos que suelen utilizarse con este doble fin podemos encontrar la imipramina y doxepina.
No obstante, los antidepresivos de este tipo también pueden intensificar ciertos síntomas ya presentes en un cuadro de fibromialgia, como lo es la visión borrosa y temblores o espasmos.
Es por ello que, el antidepresivo a utilizarse para intentar combatir esta afección, siempre dependerá de los otros síntomas que se estén manifestando.
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
También llamados ISRS, los inhibidores selectivos de la serotonina se utilizan para combatir la depresión y en especial la ansiedad en los pacientes con fibromialgia.
Este medicamento suele ser muy utilizado para tratar a los pacientes con fibromialgia ya que ayuda con la percepción distorsionada del dolor.
No obstante, es muy importante que la ingesta de estos medicamentos se haga con mucho seguimiento por parte del médico.
Antidepresivos inhibidores duales de la recaptación de la serotonina y la noradrenalina
Este tipo de fármacos son utilizados con el fin de incrementar los niveles de dopamina en el paciente.
Es un antidepresivo muy completo que ayuda a los pacientes de fibromialgia a recomponerse a nivel anímico y a sobrellevar mejor el día a día.
A diferencia de otros antidepresivos, la somnolencia no suele ser un factor secundario muy prominente, por lo que es indicado para la persona que intenta mantener un ritmo laboral mientras convive con la enfermedad.
Se utiliza también en pacientes con trastorno de déficit de la atención gracias a que ayuda a la concentración, por lo que, de muchas formas, ayuda a las personas cuando se enfrentan a las secuelas de un episodio de fibromialgia.
Inhibidores reversibles de la monoaminooxidasa
También conocidos como antidepresivos IMAO, son los menos populares actualmente entre los antidepresivos.
No obstante, los médicos los utilizan para tratar a los pacientes con fibromialgia que, paralelamente intentan llevar a cabo un cambio en su estilo de vida.
Los IMAO requieren de mucho cuidado y atención a la dieta y medicación debido a las distintas reacciones adversas que pueden causar si se toman con ciertos alimentos.
Con una lista de los alimentos que deben evitarse y la dosis correcta de este tipo de antidepresivos, los pacientes que sufren de fibromialgia pueden encarar un nuevo estilo de vida con mayor facilidad.
Recordemos que esta enfermedad no es sinónimo de depresión, pero la alteración en la química del cerebro se puede combatir con este tipo de medicamentos.
Antiinflamatorios no esteroides
Otro de los síntomas que deben combatirse siempre ante un caso de fibromialgia es el dolor en las articulaciones. Allí es donde los antiinflamatorios sin esteroides juegan un papel importantísimo.
Denominados también AINE, son muy comunes para tratar problemas de artritis.
La artritis en los pacientes suele manifestarse cuando la persona ya ha alcanzado cierta edad (40 o 50 años), por lo que llevar un tratamiento que ayude a disminuir la rigidez, se vuelve prioritario.
Aunque el ibuprofeno entra en esta categoría, su efecto no suele ser suficientemente efectivo para tratar a un paciente con esta afección. Es por ello que, antes de automedicarse, lo mejor es seguir las indicaciones del médico hasta tener bien definido el diagnóstico.
La celecoxib es un AINE mucho más efectivo para este fin, claro que, sus efectos secundarios también deben ser considerados. Consulte siempre a su médico antes de tratarse.
Antiepilépticos
El uso de FAEs (Fármacos Antiepilépticos) para un paciente con fibromialgia suele ser muy distinto a si se recetan a un paciente con epilepsia.
El régimen de tomar la dosis dos o tres veces al día queda generalmente descartado. De hecho, el tratamiento con FAE suele llevarse a cabo únicamente si el episodio de la afección está presente en un nivel alto.
Es decir, una persona que sufre de la enfermedad pero que actualmente está trabajando y llevando su vida de forma “normal” a pesar de la enfermedad, no tiene por qué medicarse de forma constante con este tipo de fármacos.
Además, antes de comenzar un tratamiento con estos fármacos, es importante informar al médico sobre cualquier otro medicamento que se haya ingerido recientemente y la dieta que se lleva.
Terapia hormonal
La terapia hormonal suele aplicarse debido a que muchos de los síntomas de esta enfermedad suelen ser similares a los de la menopausia.
Por esta misma razón, la mayoría de pacientes que llegan a poner en práctica esta terapia de ingesta de hormonas, suelen ser las mujeres que la padecen, más no tanto los hombres.
2. Tratamiento Psicológico para la fibromialgia
Como mencionamos antes, la fibromialgia sigue estando abierta a varios tipos de tratamiento con el fin de encontrar la cura.
Siendo que esta afección aparece en la gran mayoría de los casos debido a un evento traumático, hablar del problema puede ayudar a controlar los factores desencadenantes de un episodio.
Durante las terapias conversacionales, se descartan ciertos factores de estrés, determinando así que no hará que el paciente recaiga en la peor manifestación de esta enfermedad.
Al mismo tiempo, se intenta llevar de la mano al paciente a través de esos factores que pueden o no ser desencadenantes. Estudiando sus reacciones, se pueden tomar medidas preventivas para que la persona no tenga que enfrentar la enfermedad día a día, sino que la mantenga controlada.
Algo tan simple como no hablar nunca de un tema es más que suficiente para que un paciente pueda presentar la sintomatología de la fibromialgia.
Es por ello que hablar de aquello que se calla, podrá ser una herramienta de gran ayuda para que el paciente pueda poner en palabras sus cuestiones junto con un profesional, para que el paciente pueda paulatinamente estar más tranquilo, y llevar su día a día de la mejor manera posible.
Una mirada psicoanalítica sobre la fibromialgia
Como fue mencionado recientemente, el no decir, el no hablar, puede provocar que eso silenciado se manifieste en el cuerpo. Es por ello que aquí nos gustaría citar a Jaques Lacan en su seminario 11, allí nos dice:
"El análisis consiste en encontrar, en un caso, el rasgo diferencial de la teoría, y en creer que se puede explicar con ello, por que su hija esta muda, pues de lo que se trata es de hacerla hablar (…)El análisis consiste justamente en hacerla hablar…en la remisión del mutismo. El síntoma es, el mutismo, en el sujeto que se supone que habla. Si habla se curó del mutismo (...) en el caso de la hija muda, como era de esperarse, el de la histérica(…)"
Si la neurosis es una construcción a nivel inconsciente de una defensa contra la angustia, aunque nos defendemos mal, encontramos una manera de transformar lo intolerable en un sufrimiento, transformando un goce intolerable a nivel inconsciente en algo mas soportable, en este caso en el síntoma conversivo (como los dolores corporales). La defensa exitosa pone toda la libido en ese cuerpo que grita.
En el manuscrito K, Freud nos dice:
(…)”La trayectoria de la enfermedad en las neurosis de represión es en general siempre la misma: 1-La vivencia sexual prematura, traumática, que ha de reprimirse. 2-Su represión a raíz de una ocasión posterior que despierta su recuerdo, y así lleva a la formación de un síntoma primario. 3-Un estadio de defensa lograda que se asemeja a la salud salvo en la existencia del síntoma primario. 4- El estadio en que las representaciones reprimidas retornan, y en la lucha entre estas y el yo forman síntomas nuevos, los de la enfermedad propiamente dicha”(…)pag.226.
¿Serán estos síntomas una manera inconsciente de traer al presente eso no tramitado, que repite una y otra vez y que no se permite soltar?
El encuentro analítico, bajo transferencia le permitirá un modo de elaborar lo contado en tanto cuento que cuenta, y que se cuenta, quitándole en la repetición de los encuentros un modo de des-contar, de dejar caer la cons-istencia a su relato, de su historia. Ese cuento que cuenta, y se repite al igual que en la infancia y la repetición del mismo cuento, pueda a través del análisis ingresar una diferencia, una sin-sistencia en lo contado dejando caer un resto, y produciendo un nuevo cuento con menos sufrimiento, una nueva forma de ex sistencia.
3. Ejercicio Físico
El ejercicio físico realizado de manera constante aporta muchos beneficios cuando se trata de un paciente que padece de fibromialgia.
Con el fin de aliviar el dolor y evitar complicaciones a futuro, se les aconseja a los pacientes con esta enfermedad practicar algún deporte de bajo impacto que promueva la elasticidad en las articulaciones.
El Yoga, Taichi y la natación, suelen ser deportes perfectos para tratar la enfermedad de forma sana, cambiar el estilo de vida para mejor, y evitar complicaciones cuando se tenga una edad avanzada.
A su vez, las técnicas de relajación y respiración, los masajes y la fisioterapia suelen ser muy eficaces para reducir esta sintomatología.
Esto se debe a que se ha demostrado que realizar ejercicio físico de manera regular ayuda a regular el dolor, así como también el estado de animo, y por lo tanto la calidad de vida en general del paciente.
Evolución y pronóstico
Desafortunadamente, el pronóstico para una persona que sufre esta afección no es favorable en la actualidad. Ya que se trata de una enfermedad crónica, es decir que se mantendrá a lo largo de la vida del paciente. Aunque la enfermedad puede mantenerse siempre en control, al no ser degenerativa, las preocupaciones no deberían ser muchas.
De allí que, el control de la misma y sobre todo evitar que se manifieste como la primera vez sea tan importante. Es por esto que los tratamientos son fundamentales, y cuantas mas áreas abarque el tratamiento, probablemente mas efectivo sea, y en mayor grado se reduzca la sintomatología del paciente.
A su vez, se espera que dentro de los próximos años se pueda conseguir una cura. Hasta entonces, las personas que la padecen pueden y deberían llevar una vida tranquila, con una dieta sin tanto gluten y dando prioridad siempre a su tranquilidad mental.
Referencias:
- Fibromialgia - Síntomas y causas - Mayo Clinic
- Fibromialgia en MedlinePlus en español
- Fibromialgia: Tratamientos, Síntomas, Causas
- Fibromialgia en Arthritis Foundation
- Fibromialgia en womenshealth.gov
- Universidad de Michigan sobre la fibromialgia
- Universidad de Rochester
- Universidad de Barcelona
- Subtipos de pacientes con fibromialgia
- Fibromialgia. Sociedad Española de Reumatología
Bibliografía:
- Lacan, J. Seminario XI, Los cuatro conceptos fundamentales, (1964).
Ed. Paidós - Freud, S. Obras completas, Tomo 1, (1886-1899) Ed. Amorrortu.
-Manuscrito K, Las neurosis de defensa, pag.262.
-Carta 52, pág. 277. - Fibromialgia: Un enfoque integral para aliviar el dolor (Edición revisada). New York: Birchwood Press.
- ¿Qué es el dolor crónico? Northbrook, IL: Academia Americana del Dolor Crónico.
- La solución del dolor. Carlsbad, CA: Hay House, Inc.
- Dolores de cabeza: Lo primero que debe saber una mujer. North Hollywood, CA: The Center for Disease Control.
- Los secretos del paciente del millón de dólares. Carmel, IN: Health Communications, Inc.